La fábrica de autos eléctricos está rodeada por la polémica ya que supuestamente las aguas residuales superan el límite de sustancias tóxicas.
Por Canal26
Miércoles 13 de Marzo de 2024 - 11:38
Elon Musk visitó su fábrica de automóviles eléctricos Tesla ubicada en Grüneheide, cerca de Berlín, tras la preocupación por el boicot "ecoterrorista" que hubo contra la planta recientemente. Frente a una multitud de trabajadores, el magnate agradeció que estén nuevamente en funciones y aseguró que no se toma a la ligera "lo que pasó aquí".
Una semana antes, un grupo extremista reivindicó un ataque incendiario contra una torre eléctrica en la megafactoría.
"Estoy feliz de que podamos empezar de nuevo", exclamó el magnate subido a una tribuna en la empresa con uno de sus hijos, llamado X Æ A-12, según las imágenes que filtraron los medios de comunicación como la cadena NTV y el diario BILD, el más popular de Alemania.
Además, prometió a los empleados aumentos salariales anuales, una mejor comida y buenas condiciones de alquiler para sus vehículos de empresa. En este sentido, Musk se comprometió a una mejora del transporte en autobús que viaja hasta la fábrica y planteó que implementará un sistema de bonificación.
En este marco, la presidenta del comité de empresa, Michaela Smitz, señaló previamente en la emisora de radio rbb24 que los empleados cobraron su salario íntegro durante la interrupción de la producción tras el ataque.
El director del conjunto de plantas de Tesla en Alemania, André Thierig, resaltó que la paralización de la producción solo de un día de esa semana costará al empresario estadounidense cientos de millones de euros.
El empresario estadounidense aterrizó en Berlín en su avión privado y lo trasladaron junto a su equipo en tres vehículos Tesla Y. Musk espera reunirse también con el jefe de Gobierno de Brandeburgo, Dietmar Woidke, y su ministro de Economía, Jörg Steinbach.
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Al momento del ataque, Musk apuntó contra el grupo extremista llamado "grupo Volcán" (Vulkangruppe) en la red social X. "O bien son los ecoterroristas más tontos del planeta o bien son marionetas de aquellos que no tienen buenos objetivos ambientales", subrayó.
"Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de la de vehículos a combustibles fósiles, es extrem dumm (extremadamente tonto, en alemán)", concluyó.
Sin embargo, la gigafactoría está envuelta en la controversia desde su construcción debido a su presunto impacto para el agua del subsuelo en la región. Un informe de la prensa local sugirió que las aguas residuales de la planta superan el umbral permitido para sustancias tóxicas.
Los proyectos para ampliar la fábrica, en la que existen 12.000 puestos de trabajo, chocaron con el rechazo frontal de parte de los habitantes de la zona y de grupos ecologistas, que recientemente lanzaron una ocupación de una parcela boscosa contigua para evitar que se realicen las obras correspondientes.
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